El lago de Ivars y Vila-sana era conocido, entre otras cosas, por la gran abundancia de anguilas que se pescaban y se comercializaban. Éstas llegaban al estanque a través del río Segre, después del gran viaje que realizan cruzando el océano atlántico después de nacer. En el estanque crecían unos años hasta que el instinto les pedía volver al lugar de nacimiento, el mar de los Sargazos, a reproducirse. Esto era posible dado que por aquellos tiempos la conexión biológica entre el lago y el Segre era absoluta.
Actualmente las anguilas no pueden llegar debido a que las grandes presas del río Ebro, com Riba-roja, le impiden remontar los ríos. Sin embargo, los peces del Segre deberían poder seguir llegando al estanque, aunque parece que no pueden hacerlo. Por este motivo, la empresa GESNA Estudis Ambientals ha realizado, por encargo de la Diputación de Lleida, un estudio para evaluar cuál es la calidad ecológica de la red hídrica que conecta el lago con el Segre y ver qué elementos impiden la correcta funcionalidad de conector biológico.

Entre los parámetros estudiados se ha caracterizado la población de peces del río Corb, habiéndose identificado una comunidad formada por 8 especies cuya mitad son autóctonas (El viernes y el sábado llevamos a cabo, barbo colirrojo, bagra i madrilla). Por otra parte, s’han identificat 6 infraestructuras con potencial efecto barrera sobre la conectividad fluvial y que impiden el libre movimiento de los peces a través del curso de agua. También se ha puesto de relieve la nula zona de ribera en la parte media del río Corb, donde el canal fluvial está totalmente reducido y encajado entre campos de cultivo y donde no queda prácticamente ningún árbol en pie.
La recuperación de la conectividad entre el lago y el Segre es un objetivo contemplado en el Plan de Usos y Gestión del Consorcio del Estany d'Ivars y Vila-sana. Este diagnóstico servirá de base para poder planificar los pasos a seguir para mejorar esta conectividad y recuperar, de rebote, el entorno del río Corb.